La proteína vegetal emerge como la gran apuesta del futuro para favorecer la sostenibilidad del planeta y la alimentación saludable
Somos lo que comemos, y nuestro planeta también. A estas alturas ya ha quedado más que demostrado que la introducción de una mayor proporción de alimentos saludables en nuestras dietas tiene consecuencias muy positivas a todos los niveles. En este sentido, los avances que se han realizado a lo largo de los últimos años en el desarrollo de fuentes de proteína alternativas, en especial de las proteínas de orígen vegetal, abren la puerta a un futuro esperanzador en el que poder hacer frente a algunos de los grandes desafíos de la humanidad, y hacerlo con garantías. Por todo esto, la proteína vegetal es la proteína del mañana.
Beneficios para el planeta
El mundo se enfrenta a algunos de los retos globales más importantes de la historia, como son el calentamiento global y el cuidado del medioambiente, y el incremento de la población mundial. Y la proteína vegetal puede tener un impacto positivo en todos ellos. Desde el punto de vista del calentamiento global, un incremento del consumo de este tipo de proteína puede significar una reducción significativa de la emisión de dióxido de carbono. Para que os hagáis una idea, su impacto sería mayor que otras acciones favorables al medio ambiente como la separación de residuos (¡algo que recomendamos seguir haciendo, no os confundais!). Pero también sería muy positivo en otras cuestiones clave que afectan al planeta en nuestros días, como son la escasez de agua. Apostar por la proteína vegetal permitiría mejorar el acceso al agua a mucha gente, que es otro problema grave en nuestros días. Solo un dato al respecto, se calcula que más de 1.000 millones de personas viven en situación de escasez de agua y el número de personas podría verse incrementado a 3.500 en 2025. Y, en el último gran bloque de beneficios (aunque hay más), está el hacer frente al crecimiento poblacional. Hemos llegado a un punto en el que la proteína animal ya no basta, así que se deben buscar alternativas. Y esta introducción de la proteína vegetal, no solo serviría para alimentar a la nueva población, sino que, si millones de hectáreas de tierra del tercer mundo se utilizaran para obtener proteína vegetal, se podría mejorar la nutrición de millones de personas que sufren la escasez de alimentos.Beneficios para la salud
Valdría la pena recalcar que la salud del planeta está muy relacionada con la salud de las personas, pero aun así, la proteína vegetal tiene un gran impacto positivo desde el punto de vista de la alimentación saludable, por lo que, introducirla en nuestra dieta es más que recomendable. ¿Pero, por qué son tan beneficiosas las proteínas vegetales? Daremos por sabida la importancia del consumo de proteínas en nuestro organismo, sean del tipo que sean, ya que lo hemos hablado en artículos anteriores, así que nos centraremos en algunas de las características beneficiosas exclusivas de la proteína vegetal. Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es su bajo contenido en grasas, y que, por si fuera poco, se trata además de grasas insaturadas. Y esto, a efectos prácticos, significa que reducen el colesterol malo, protegen el corazón y las arterias y ayudan a nuestro sistema nervioso. Además, no debemos pasar por alto que tienen un alto contenido en fibra, lo que favorece a la flora intestinal. Para entender hasta qué punto la fibra es importante es bueno saber que ayuda a las bacterias del colon a cubrir sus necesidades. Por si fuera poco, también te diremos que son fáciles de digerir, ya que no representan una sobrecarga para los riñones y el hígado. Todo esto, desde un punto de vista más genérico, pero después encontramos diversas particularidades beneficiosas según el alimento del que se trate. Por ejemplo, las legumbres, las semillas y los frutos secos tienen ácidos grasos esenciales omega 3, que benefician especialmente al corazón por sus propiedades antiinflamatorias y anticoagulantes, y omega 6, que ayudan a regular las funciones vitales, como el desarrollo neurológico o la salud ósea. Todo esto, desde un punto de vista más genérico, pero después encontramos diversas particularidades beneficiosas según el alimento del que se trate. Por ejemplo, las legumbres, las semillas y los frutos secos tienen ácidos grasos esenciales omega 3, que benefician especialmente al corazón por sus propiedades antiinflamatorias y anticoagulantes, y omega 6, que ayudan a regular las funciones vitales, como el desarrollo neurológico o la salud ósea.Tendencias favorables a la proteína vegetal
Además de estar convencidos del gran paso adelante que supone la apuesta por la proteína vegetal, vemos muy positivamente como muchos indicadores nos muestran que el mundo se mueve en esta dirección:- Consolidación de las nuevas dietas flexitarianas y veganas. Sin duda, estos nuevos modelos de dietas son, cada vez más, una tendencia. La dieta vegana es una opción que cada vez más jóvenes abrazan, y la flexitariana está calando en todos los grupos de edad. En cifras, solo en España, los flexitarianos, vegetarianos y veganos suman ya 3,6 millones de personas.
- Mayor concienciación de la población. Pocos dudan ya del cambio climático y de la importancia de trabajar por un mundo más sostenible, así que esta concienciación general es un punto clave para la consolidación de la proteína vegetal.
- La industria alimentaria no se ha quedado al margen. Cada vez aparecen más productos de orígen vegetal y la tendencia es claramente al alza, además poner el foco en procesos productivos más sostenibles. Un ejemplo de esto es Beyond Meat, cuya innovación ha contribuido mucho a la nueva tendencia de lo que hoy conocemos como carne vegetal sin necesidad de recurrir a los GMOs.
- Cambios en el mercado. Cada vez hay más demanda de alimentos ecológicos y saludables y, en este contexto, se espera que la dieta plant-based crezca durante los próximos 10 años. Además, según UBS, el mercado de proteína vegetal pasará de suponer 4.600 millones de dólares a 85.000 en 2030, y el mercado de tecnología agrícola en general se expandirá más de cinco veces.
- Mejora tecnológica. En relación a este punto, el tecnológico, hay que subrayar la capacidad actual para crear alimentos cultivados en un laboratorio parecidos a la carne, así como la cada vez mayor inversión tecnológica en la agricultura y en la indústria alimentaria.